LA PROBLEMÁTICA DEL GAS RADÓN
¿Qué es el Gas Radón?
Es un gas invisible, inodoro, insípido que se filtra a través del suelo y se difunde en el aire. En algunas zonas, dependiendo de la geología del lugar, el radón se disuelve en el agua subterránea y puede difundirse en el aire cuando se usa esa agua.
El gas radón, por lo general, se encuentra en concentraciones muy bajas en el exterior. Sin embargo, en lugares sin ventilación adecuada, el radón puede acumularse en concentraciones más elevadas (los primeros estudios sobre el Radón se hicieron en esta población más expuesta, en la que se observó un exceso de muertes por cáncer de pulmón).
En las casas y los edificios los niveles de radón están incrementados porque éste, penetra a través de grietas en los cimientos y en los sótanos.
El radón es la fuente más importante de radiación natural: representa casi el 50% de toda la radiación que afecta al ser humano a lo largo de su vida.
Implicaciones para la salud
Las acciones de las radiaciones ionizantes, incluidas las del radón, sobre los organismos vivos es de carácter probabilístico y no selectivo; es decir, que la interacción con esta sustancia puede o no producirse y que la transferencia de la energía de la radiación puede actuar sobre cualquier parte de la célula.
Las radiaciones ionizantes actúan sobre las células siguiendo dos posibles mecanismos:
- Acción directa: ocurre cuando la energía de la radiación es absorbida directamente por estructuras clave coma el ADN, el ARN, enzimas, proteínas u orgánulos citoplasmáticos (ribosomas, mitocondrias, membrana celular), lo que podría producir un daño celular.
- Acción indirecta: se produce cuando las moléculas de agua (elemento del que están constituidas mayoritariamente las células) absorben la energía de la radiación. Esto lleva a interferir los procesos metabólicos normales de la célula.
El radón residencial fue declarado carcinógeno humano por la Agencia de Protección Ambiental de USA en 1987 y por la IARC en 1988.
El principal problema viene cuando se inhala; las partículas radioactivas que permanecen en tejido pulmonar emiten radiación alfa a las células broncopulmonares y puede dañar directa e indirectamente el DNA de las células y provocar cáncer pulmonar (el único tipo de cáncer que se ha comprobado que está asociado con la inhalación de radón).
Sus efectos son sinérgicos: fumar y vivir en una casa con alto contenido de radón aumenta el riesgo unas 46 veces más que de darse los 2 fenómenos por separado. Sin embargo, se calcula que más de 10% de las muertes por cáncer relacionadas con el radón ocurren entre personas no fumadoras.
Según el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en España la exposición a la radiación natural está regulada en el Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de protección sanitaria contra radiaciones ionizantes (RPSRI), en el cual se hace mención a la radiación natural (excluyendo a las exposiciones al radón en las viviendas) pero no detalla los aspectos que regula. El CSN recomienda seguir las indicaciones de la Unión Europea para edificios ya construidos (400 Bq/m3).
Desde el Departamento de Calidad de Consultora de Higiene, nuestro personal cualificado, realiza las mediciones de gas radón, comprobando de esta forma, si los edificios cumplen con el RD que modifica el Código Técnico de la Edificación, donde aparece una nueva sección en el “Documento Básico de la Salubridad” denominado Protección frente a la exposición al Gas Radón”, garantizando la salud, el confort y la seguridad.
ANA FRANGANILLO DÍAZ
BIÓLOGA